ENTORNOS BANI

  Los entornos BANI hacen referencia a momentos quebradizos, ansiosos, no lineales e incomprensibles. 

¿Qué son los entornos BANI?

En el mundo empresarial siempre se intentan buscar denominaciones genéricas de todos los acontecimientos para intentar darles un contexto. Vivimos un momento complicado a causa de la pandemia mundial, pero también dado a los desajustes políticos. Por eso, lo que conocíamos como entornos VUCA ya no parece encajar en esta situación y han surgido los entornos BANI, un nuevo método para comprender el panorama general de esta era del caos. Su manifestación no solo incrementa el estrés que experimentamos, sino que lo multiplica.

Los entornos VUCA se han quedado obsoletos, ya no nos dice nada que una situación o un sistema se defina como volátil o ambiguo. A finales de los ochenta, el Ejército de Estados Unidos creó este concepto y años después empezó a escribirse en libros de estrategia empresarial. Hay quienes lo denominaban VUCAH haciendo también referencia a la hiperconectividad. La Universidad de Oxford, por otro lado, explicaba que ya vivíamos en entornos TUNA: turbulentos, inciertos, nuevos y ambiguos.

Pero esta nueva forma de ver el mundo no solo es inestable. Se trata de una realidad que se resiste a los esfuerzos para entender lo que está pasando. Los entornos BANI nacen para dar respuesta a situaciones que no solo son difíciles de predecir y comprender, sino que son caóticas, completamente impredecibles e incomprensibles.

La nueva era exige estar actualizados y prepararse para el cambio. Surgen nuevas ideas que quizás no tengan mucha lógica para los modelos de negocio pero ayudan a sortear la tormenta, y esto ahora es lo principal. Pensar a largo plazo es inútil para muchos, pues ya de por sí es difícil calcular cómo y cuándo saldremos de la pandemia. Los expertos recomiendan planear los objetivos en base a tres o más escenarios. La clave es aprovechar la turbulencia como detonante para innovar teniendo varias rutas de salida.

¿Cómo afrontar entornos BANI?

La clave para afrontar este tipo de entornos es construyendo soluciones resilientes, empezando de forma individual. Las empresas necesitan diseñar sistemas fuertes y sólidos teniendo en cuenta todas las dimensiones posibles, en base a la reinvención y el nuevo liderazgo enfocado a las personas. También haciendo retrospectivas para entender el pasado y minimizar los riesgos armando nuevas bases, más flexibles.

Por otro lado, hay que tener en mente que las decisiones implican riesgos y que siempre será mejor asumirlos que quedarse mirando como pasa el tiempo. Limitar el pensamiento de lo que debería ser y aceptar lo que es abrazando el cambio sin resistirse a él. Hay que intentar ser optimistas, asumir que el pasado no volverá y que hay que aceptar lo que viene. Es fundamental apoyarse en la creatividad, la intuición y la innovación, así como adquirir esas habilidades que ayuden a interpretar el momento actual. La inteligencia artificial y el Big Data pueden ser grandes aliados si sabemos cómo apoyarnos en ellos.

De esta forma podremos gestionar mejor este entorno BANI y todos los que vendrán, ya que los cambios y rupturas de paradigmas seguirán acelerándose y ya son imparables. Depende de cada uno cómo nos preparemos y si queremos cambiar el modelo mental que tenemos implementado.

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